Escucho con mis ojos a los muertos
Leo en un diario español una nota sobre el ácido humor e insuperable maestría en el arte de injuriar con juegos de palabras de Quevedo; aunque no siempre, pese a su talento y ser rico hidalgo salió bien parado de agresiones poéticas. Entre 1629 1621 pasó dos años desterrado en la Torre de Juan Abad,…